La Fiscalía, las defensas del excontable y su exmujer y las acusaciones de la empresa municipal de limpieza y Vox alcanzan un pacto que deja la condena para el acusado en dos años de cárcel, que previsiblemente no pisará
El agujero de un millón de euros en las cuentas de Lipasam por la apropiación indebida del que fuera contable de la empresa municipal de limpieza de Sevilla se va a cerrar judicialmente con un acuerdo: dos años de cárcel, que previsiblemente no pisará, y la devolución de los euros desfalcados. De esta forma Manuel M.G. y su exmujer evitan sentarse en el banquillo ante un jurado popular, en el que la Fiscalía y Vox, como acusación popular, le pedían cuatro años de cárcel.
Al menos, desde el año 2008 hasta diciembre de 2019, Manuel M.G. logró transferir a su cuenta bancaria un total de 1.033.805,82 euros procedentes de los fondos de Lipasam, de la que era jefe de servicio económico financiero. El 'modus operandi' desarrollado durante años por el excontable era «indetectable», como llegaron a afirmar los responsables de la empresa ante el juez instructor.
El acusado generaba un apunte contable falso en el sistema (SAP) creando un concepto económico ficticio que no correspondía a factura alguna a favor de un proveedor real que se hallaba dado de alta en el sistema y al emitir la orden de pago al referido proveedor cambiaba puntualmente el número de cuenta que pertenecía al proveedor por el suyo propio, y una vez realizada la transferencia restauraba en el sistema el número de cuenta del referido proveedor. Era la «grieta» por la que se colaba el excontable para apropiarse del dinero: 1.033.805,82 euros.
La alerta de un proveedor de Lipasam que no había cobrado llevó a la empresa municipal a tirar del hilo hasta descubrir las maniobras de su trabajador. Arrancaba ahí la causa judicial contra Manuel M.G. y su esposa como partícipe a título lucrativo.
La mujer del excontable de Lipasam se benefició del millón de euros que se apropió su esposo
En su escrito de calificación, el Ministerio Público admitía que el acusado cometió los hechos a causa de «su grave adicción al juego», reconocida en un informe pericial: «la adicción al juego es el elemento central y causal que sitúa al paciente en estado mental, anímico y emocional de cometer actos antinormativos, actuando de modo irracional y empleando dichos ingresos ilícitos para destinarlos al juego patológico que padecía». Para la Fiscalía en el acusado concurren las atenuantes de reparación del daño, la analógica de confesión y la ludopatía, por lo que solicita para él cuatro años de cárcel e inhabilitación absoluta por plazo de ocho años.
El acuerdo
Cuando todo estaba listo para la preparación del juicio, la pasada semana se cerró un acuerdo entre las partes para evitar la vista oral. Según el acta de conformidad firmado por la magistrada Mercedes Fernández, a la que ha tenido acceso ABC, la Fiscalía modifica sus conclusiones tras abonar el acusado 62.700 euros.
Le retira la atenuante de confesión, aunque le aprecian la de reparación del daño y la de ludopatía. Por ello, ahora le solicita dos años de prisión y cinco de inhabilitación para empleo o cargo público por un delito continuado de falsedad en concurso medial con otro de malversación de caudales público. Junto a su exmujer, deberá indemnizar a Lipasam con 1.033.805,82 euros.
Todas las partes mostraron su acuerdo con estos términos, que quedarán recogidos en la sentencia de conformidad. Ahora la defensa del excontable solicitará la suspensión de la pena de prisión impuesta a su cliente, con muchos visos de prosperar, por lo que no tendría que pisar la cárcel.
Golfo
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