27 julio

Contratos temporales: Compensación que debe recibir el empleado al finalizar el mismo

En España, la normativa laboral establece obligaciones concretas para las empresas según el tipo de contrato que ofrezca al trabajador


El entorno laboral cambia constantemente, y con él, también lo hacen las reglas que marcan cómo debe ser la relación entre empleados y empresas. Horarios, turnos, descansos o salarios no son solo aspectos organizativos: afectan de lleno al día a día de quienes trabajan. Por eso, conocer bien los derechos que protege la ley laboral es clave para asegurarse de que se están respetando las condiciones mínimas en cualquier sector.

La normativa busca precisamente ese equilibrio entre lo que necesitan las empresas para operar con flexibilidad y lo que corresponde a los trabajadores que sostienen su actividad. Ya sea en empleos estables o de duración limitada, existen reglas que deben respetarse, especialmente al finalizar la relación laboral. Y si hablamos de contratos temporales, la ley establece con claridad qué compensación debe recibir el empleado al terminar el acuerdo.

En ese sentido, cabe recordar que el Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 49.1.c, establece que los empleados con contratos temporales tienen derecho a recibir una indemnización al finalizar la relación laboral, siempre que no haya sido por despido disciplinario procedente ni por voluntad del trabajador. Este derecho se aplica cuando el contrato finaliza por la expiración del tiempo pactado o por la finalización de la obra o servicio para la que se firmó.

Por lo tanto, terminar un contrato temporal no significa quedarse sin compensación, y la empresa está obligada a pagar al trabajador una indemnización de 12 días de salario por cada año trabajado, o la parte proporcional si el tiempo es menor. Este pago debe aparecer reflejado en el finiquito y no está condicionado a la renovación o no del contrato.

Se trata de un derecho reconocido por ley que muchas personas desconocen y que, en algunos casos, no se aplica si el trabajador no lo reclama. Por eso, es importante revisar bien el finiquito y asegurarse de que esta cantidad ha sido incluida cuando corresponde. De lo contrario, se puede reclamar por vía legal en un plazo de hasta un año desde el fin del contrato.

Además, es importante tener en cuenta que este tipo de indemnización no debe confundirse con el finiquito, aunque ambos se abonen al finalizar la relación laboral. El finiquito incluye el pago de días trabajados pendientes, vacaciones no disfrutadas y otras cantidades acumuladas, mientras que la indemnización es una compensación específica por la finalización del contrato temporal. Son conceptos distintos y deben figurar por separado en el documento de liquidación.


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