Una facturación 5.513 millones de euros, 575 empresas, 85 startups y 31.667 empleados consolidan a la Cartuja como un polo clave de la economía andaluza y del PIB sevillano
El efecto Mandela es un intrigante fenómeno de la memoria. Un grupo de personas comparte de forma errónea un recuerdo que en realidad no es como tiene en mente, por ejemplo que Nelson Mandela murió en la cárcel en los 80. Lo explicó el empresario y humorista Manu Sánchez en la presentación del informe anual del Parque Tecnológico Cartuja de Sevilla. Ni el señor del Monopoly lleva monóculo ni la madrastra de Blancanieves dijo nunca "espejito, espejito". Poca gente en Sevilla puede todavía creer que la isla de la Cartuja es un solar yermo lleno de jaramagos que fue incapaz de encontrar un destino tras la fastuosa Exposición Universal de 1992. Pero sí que quizás no se ha contado suficientemente que aquel recinto de la Expo es hoy el primer parque tecnológico de España por volumen de facturación.
Ya no se llama PCT Cartuja, antes fue Cartuja 93. Ahora es Sevilla TechPark, dentro de la red de parques andaluces y tras el bautizo de Málaga Tech. Tras diez años seguidos de crecimiento registra un volumen de actividad económica de 5.513 millones de euros (un 13% en 2024); 575 entidades; 85 startups y spin offs; 31.667 empleados y 852 proyectos I+D+i. Estos datos representan, aproximadamente, el 11,12% del PIB de la provincia de Sevilla y el 2,56% del PIB andaluz.
Más que un color especial
¿Sabían que Sevilla es una potencia en física nuclear? El Centro Nacional de Aceleradores es único en España, una joya científica. Si buscas en Google sale un listado de noticias de este centro porque es por donde acaba de pasar la Virgen de la Macarena para su diagnóstico junto al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Pero es mucho más. Es una infraestructura de referencia nacional e internacional en la investigación y aplicación de tecnologías basadas en aceleradores de partículas. Física nuclear, arqueometría, datación de radiocarbono, nanotecnología o investigación biomédica son sus áreas de actuación.
¿Sabían que Sevilla es una referencia en el diseño de chips en Europa? Para eso el Instituto de Microelectrónica participa de lleno en la industria de los semiconductores, que constituye un pilar fundamental de la tecnología moderna, imprescindible en teléfonos inteligentes o en dispositivos médicos de última generación.
Sevilla tiene un color especial pero también una industrial espacial que marca el paso. Alter Technology colabora con la Agencia Espacial Europea (ESA) en el proyecto Ariel, gestionado por Airbus Defence and Space. Este telescopio espacial, previsto para lanzarse en 2029, estudiará atmósferas de exoplanetas y esta empresa del parque tendrá mucho que ver.
Saber de antemano si un medicamento es adecuado o no para un paciente concreto ante enfermedades como el cáncer es uno de los grandes avances de la medicina actual. También conocer si una persona padecerá o no una dolencia en el futuro. La salud es lo primero y la empresa sevillana Duponte responde a preguntas esenciales para cualquier ser humano desde la Tecnoincubadora Marie Curie, en Sevilla Tech Park. Una empresa de biotecnología altamente innovadora líder en la investigación genómica y la medicina personalizada.
¿Sabían que Sevilla está detrás de la insonorización de los centros logísticos de Amazon en EEUU o del tratamiento de suelos contaminados por hidrocarburos en la selva para la empresa estatal de petróleo y gas de Perú? Miren a Inerco, otra multinacional sevillana especializada en tecnologías medioambientales que prevé elevar su negocio hasta los 100 millones de euros en 2025.
En dos años, en este parque se asentará también el Centro Común de Investigación (JRC por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea. En el antiguo Pabellón de los Descubrimientos, con más de 400 investigadores será el corazón del asesoramiento científico de la Comisión Europea, además de una referencia arquitectónica y en materia de autosuficiencia energética.
Las pioneras
Son seis ejemplos entre 575 empresas. Entre las primeras seis que decidieron mudarse allí tras "el torbellino" de la Expo estaba Ayesa, hoy una de las 50 ingenierías más grandes del mundo con 1.000 millones de facturación, que construye el metro de Nueva Delhi o el de Riad. Su CEO, José María Manzanares, contó cómo su padre decidió dar el salto cuando en 1993 en este parque estaba todo por hacer.
"¿Qué podemos hacer para dominar el relato y que Sevilla suene también a aeronáutica e innovación?", le preguntó Manu Sánchez como conductor del acto que presentó los resultados anuales del parque. "Todo pasa por el talento y por las universidades", dijo Manzanares, "el boom de la tecnología no da tregua y necesitamos que los profesionales salgan muy bien preparados".
"Así se hace patria y así se hace Andalucía", dijo el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, porque "la mejor forma de vertebrar el territorio es que los jóvenes no se tengan que ir fuera a trabajar cuando terminen de estudiar". "Sevilla es la capital empresarial del Sur de España”, revindicó el alcalde José Luis Sanz, y la única que tiene un parque tecnológico a diez minutos andando de su centro histórico.
El problema de la movilidad
Hay problemas. El principal el de la movilidad, la Cartuja se revela como una ratonera cuando su población se dispara, y la falta de espacio para más empresas. Sevilla TechPark decidió contarse al hacer su balance de 2024 con todo el boato con el que la ciudad se pregona cuando se trata de la Semana Santa, la Feria, la Macarena y la Maestranza. Esta ciudad cuenta con tres sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias, pero también con el mayor parque tecnológico de España y "son datos perfectamente contrastables", insisten desde Sevilla TechPark.
No hay comentarios:
Publicar un comentario